El pordiosero
Soy el amante de mi amor ¡Qué me importa
que ella sea fiel o que no tenga fe!
Estoy sediento de dolor. ¡Qué me importa
Nuestra unión o nuestra separación!
Si no puedo encontrar la vida en tus labios
¿para que quiero la vida sin ti?
Si el amor me mata ¿cómo temería
la espada del sultán?
Pobre y desnudo, siempre en la miseria,
¿qué me importa el tesoro del rey?
Los ojos de mi amada son la Meca
de todo cuanto pienso y cuanto anhelo;
mi corazón no sabe de otro peregrinaje.
Si te quiero solo para mí, en este mundo,
¿qué pueden importarme los huríes del Paraíso?
Ese que perdió el camino del amor, Shejim,
ese es el que desdeña la aflicción y el sufrimiento.
Y el que no busca ya remedio alguno.
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