viernes, 18 de diciembre de 2009
La promesa incumplida
La promesa incumplida
Herido, como estoy, del corazón,
tengo derecho a ser amado.
Más ahora me voy. ¡Que Dios te guarde!
Y, sin embargo, aun quiero decirte:
“Eres joyel inapreciable y hasta
en el paraíso podrías alegrar a un elegido.”
Si mis palabras dudas, ponme a prueba.
Una vez me dijiste: “Ve, estoy ebria
y quiero darte dos besos.”
Mil promesas me has hecho
Pero aún no me has dado
Ni uno tan siquiera.
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